Cuido a mi madre de cien años, y así es como he aprendido a cuidarme yo también

(BPT) – Según AARP, en Estados Unidos hay más de 40 millones de personas que cuidan a un ser querido anciano o envejeciente. De esa cifra, 7 millones son hispanos, y es algo que no debe causarles sorpresa a los miembros de nuestra comunidad. Es, sencillamente, lo que hacemos por la familia. Para muchos, ese tipo de cuidado comienza con simples gestiones y asuntos pendientes, como coordinar una cita con el médico o ayudar en las compras del mercado, y con el paso del tiempo, aumentan las responsabilidades. Es hermoso hacer lo que podemos por los seres que amamos, pero también hay momentos en que podemos sentirnos agotados o demasiado presionados.

Cuando analizamos las cifras, se evidencia cuánto nos estamos esforzando. Cerca de 7 de cada 10 cuidadores hispanos trabajan fuera de casa. Y uno de cada tres dedica más de 40 horas semanales a sus seres queridos. Haz el cálculo y te darás, cuenta de que no queda mucho tiempo disponible para el aspecto de “vida personal” en el equilibrio trabajo-vida de quien cuida de un ser querido.

Por esa razón, AARP y Ad Council iniciaron una campaña de Ayuda al Cuidador, para ofrecer información y recursos gratuitos de internet a quienes cuidan de un ser querido. En el sitio web Cuidado de la Familia, de AARP, se pueden encontrar consejos de bienestar físico, recursos de planificación, una guía financiera y Guías de Cuidado adaptadas a temas y dificultades específicas como la atención de un familiar o amigo que padece de demencia. Además, cuenta con consejos para el cuidado de sí mismo y para los cuidadores.

En el caso de mi propia experiencia como cuidadora, puedo ofrecerles algunos consejos útiles que he aprendido en el camino:

Cuidar de ti mismo. No puedes cuidar debidamente a tus seres queridos si no te cuidas a tí mismo. Es importante, no solo para tu bienestar mental, sino también para tu bienestar físico. Los cuidadores tienen un índice de susceptibilidad a enfermarse superior al normal, y con mucha frecuencia se encuentran tan agotados que no pueden asumir el cuidado de su ser querido ni el de ellos mismos. Vela por tu propia salud al consumir alimentos bien balanceados, hacer ejercicios, dormir la cantidad de horas suficientes, y al disfrutar de tu tiempo libre.

Mantener la organización con herramientas útiles. Probablemente ya eres un experto en la organización de documentos y tarjetas de identificación médica, formularios de seguros y todo lo demás. Pero haz tu vida un poco más fácil con recursos gratuitos que pueden ayudarte a mantener todo en orden. Solo tienes que visitar el sitio web Cuidado de la Familia, de AARP y encontrarás cientos de recursos disponibles para tus necesidades. 

No te olvides de reír. Ser responsable del cuido de alguien con un deterioro o enfermedad significativa resulta difícil en el aspecto emocional. Sin embargo, puede haber risas y alegría, incluso en esa situación. Bromea con tu ser querido — él o ella aún pueden seguir siendo interiormente la misma persona de antes — y trata de divertirte hasta con las cosas más pequeñas.

Haz planes futuros. El fallecimiento de ese ser querido al que has estado cuidando puede causarte una conmoción, y podrías sentir que te falta un propósito, lo que haría que tu proceso de duelo fuera aún más difícil. Planificar para el futuro te ayudará a aliviar esa tristeza, incluso si los planes no son concretos. Sueña con los atractivos caminos que tienes por delante, y ten en mente las increíbles destrezas que has aprendido y desarrollado en tu labor como cuidador.

Acepta ayuda. La ayuda, independientemente de que venga de otros familiares o de fuentes externas, es vital para quienes cuidan de un ser querido. Comienza con los recursos gratuitos que te ofrece AARP en los sitios web aarp.org/cuidar (en español) y aarp.org/caregiving (en inglés). También puedes llamar a las líneas telefónicas de ayuda: 1-888-971-2013 (en español) o 1-877-333-5885 (en inglés).

Elluz Peraza es especialista comunitaria, y presentadora y productora de radio en CV Global. Como su madre centenaria vive con ella, también tiene responsabilidades como cuidadora. Peraza se desempeñó como actriz y fue elegida Miss Venezuela 1976.

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